Hace algo más de un año dediqué una entrada en este espacio a Màxim Huerta. Entonces hacía apenas cinco meses que le había descubierto como escritor.
"La noche soñada" fue la primera novela suya que leí, seguí con "No me dejes" y luego con "Una tienda en París", "El susurro de la caracola" y "Que sea la última vez...", sus tres novelas anteriores, hacia atrás, en el orden en el que él me dijo que las leyera.
También me maravillaron su relato "El escritor" y esa delicia de viaje que es "Mi lugar en el mundo eres tú", ambos libros con exquisitos textos suyos y exquisitas ilustraciones de Javier Jubera. Y "Elsa y el mar", un precioso cuento que Màxim llenó de letras mágicas y María Cabañas de encantadores dibujos.
¿Si me gustaron esas cinco novelas? Digo yo que sí, van ya en lo que a mí respecta por su segunda ronda de lectura.
¿Y sus libros ilustrados, qué me parecieron? Bueno, sólo os diré que ya he perdido la cuenta de las veces que me los he leído.
Ahora acabo de terminar mi segunda lectura de "La parte escondida del iceberg", la sexta novela de Màxim. Segunda lectura que inicié tras terminar la primera, sin ningún otro libro entre medias. En mi primera lectura leí con detenimiento lo que estaba escrito. Y lo que había entre líneas. La segunda lectura ha sido, sencillamente, por el placer de leerla de nuevo.
Hace algo más de un año escribía yo sobre Màxim Huerta como un regalo de la vida, un regalo que la vida tuvo a bien poner en mi camino diciéndome además: "Quédatelo, te gustará".
Y vaya si me lo he quedado. Y bien acomodado en mi vida. En mi estante sus libros y él, en mi corazón.
2 comentarios:
¡Menuda lectora se ha encontrado Màxim! Debe estar casi tan encantado como tú de que le hayas descubierto.
Ay, qué bonito suena eso... ojalá.
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