martes, 30 de junio de 2009

El legado de Ferrándiz

Hace unas semanas me detuve ante un quiosco porque algo llamó mi atención. Y experimenté una mezcla de ternura y nostalgia. Era una colección de cuentos infantiles cuyos dibujos me eran mucho más que familiares. Los cuentos troquelados de Juan Ferrándiz.


Especializado en cuentos infantiles y postales navideñas, Juan Ferrándiz destacó como ilustrador, escultor y escritor de poemas y cuentos para niños. Nacido en el seno de una familia de tradición artística (su abuelo fue actor y autor de comedias, su padre fue un amante de la pintura y su hermana Paquita es una popular actriz de la escena catalana), Ferrándiz se formó en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona.

Terminada la Guerra Civil, empezó a trabajar con Jaime Baguñá, junto a quien aprendió la técnica de los dibujos animados, interviniendo en numerosas producciones cinematográficas, tanto cortometrajes como largos - entre ellos, "Érase una vez" (1948-50), y simultaneando el dibujo con la redacción de guiones. Especializado también, desde sus comienzos, en el mundo de los niños, ilustró libros como "Mantengamos limpio el corazón" o "Seamos todos". Asimismo, escribió poesía - entre sus títulos, "Un sí a la vida" - y participó como rapsoda en lecturas poéticas.


Artista polifacético como pocos, Ferrándiz dejó su huella imborrable en tres campos artísticos muy diferentes entre sí, pero unidos por él por un tema en común: el maravilloso mundo de los niños.

En lo referente a la literatura y a la ilustración, sus creaciones están a la venta en webs de coleccionismo. Sus fabulosos cuentos, escritos e ilustrados por el propio Ferrándiz, vieron la luz a principios de los años 50 y continuaron publicándose hasta los años 60. Y ahora, afortunadamente, los volvemos a ver en los quioscos.


Son pequeños librillos grapados y troquelados con una forma relativa al tema del relato que suelen centrarse en la figura (humana o no) del protagonista. Los cuentos, generalmente en verso, nos regalan al final una moraleja muy clara respecto a la historia que se acaba de leer.

Su obra gráfica es conocida a nivel mundial por la candidez de sus representaciones, por lo general mostrando actitudes infantiles cotidianas. Inició un estilo que fue ampliamente imitado en numerosos países. En 1952, empezó a crear una amplia colección de postales navideñas que se hicieron famosas en España en los años 60.

"Dentro de mí siempre ha latido un sentimiento profundo de comunicación hacia los demás. Quería expresar conceptos tan trascendentes como paz, justicia, solidaridad, ternura, fraternidad..."


Muchos otros ilustradores siguieron su estela infantil en estos años. Su estilo fue reproducido masivamente en todo el mundo y, durante años, esta forma de creación artística acaparó las felicitaciones de Navidad. Dichas postales navideñas fueron reeditadas en 2006 en un libro recopilatorio llamado "La Navidad de Ferrándiz". Y el 31 de Octubre de 2007, Correos publicó un sello con una ilustración navideña suya.


Tampoco nos podemos olvidar de sus maravillosos recordatorios, que nos acompañaron a muchos de nosotros en uno de los días más importantes (por lo importantes que nos sentimos en ese día) de nuestra vida de niño. Éstos de aquí arriba, por ejemplo, nos siguen acompañando a mis hermanos y a mí.


Ferrándiz también destacó en el mundo de la escultura. La colección de tallas navideñas para belenes es hoy muy cotizada económicamente. Fue creada en 1969 y se compone de 57 figuras de tamaños que oscilan entre las 2 y 6 pulgadas de altura. Está destinada a coleccionistas por sus elevados precios en conjunto. Asimismo, diseñó una serie de figuras en madera para Anri, la misma casa que aún fabrica y vende las figuras navideñas. Todas ellas están hechas y pintadas a mano sobre el modelo original del autor.

En 1992, Juan Ferrándiz fue galardonado con la cruz de San Jordi de la Generalitat de Catalunya. Nacido en 1918 en Barcelona, nos dejaba el 15 de Agosto de 1997 a la edad de 79 años. Nos quedará para siempre su trabajo, de enorme calidad y tremendamente entrañable.

Y nos quedará, también, su imborrable recuerdo a muchos de nosotros que hemos tenido la suerte de compartir nuestra infancia con esas caritas que nos sonreían desde sus ilustraciones, esculturas y cuentos.

viernes, 19 de junio de 2009

La Feria del Libro, Antonio Gala y yo


El pasado Sábado estuve en la Feria del Libro de Madrid. Un interesante recorrido por distintos aspectos literarios y una manera estupenda de pasar la mañana. Miles de casetas conviviendo, una al lado de otra, y miles de personas acercándose a los libros que presentaba cada una de ellas.

Y, de vez en cuando, en distintas casetas, se podía leer un nombre conocido o aparecía un rostro más que popular. Así, pude ver dentro de ellas a personajes tan dispares como David Cantero, presentador del Telediario de la 1, Juan Luis Cano, de Gomaespuma, o Rosa Montero. Y por el altavoz se anunciaba a aquéllos que se encontraban en ese momento firmando su libro. Pude oír claramente el nombre de María Teresa Campos. Pero no la vi. Bueno, seré sincera. No la busqué.
...

De pronto, oí claramente por el altavoz: "Antonio Gala se encuentra firmando su libro en la caseta setenta y tantos"... ¡Antonio Gala! Ese mismo día, en la Feria del Libro, y en persona. Y para allá que fui.

Filas y más filas de casetas. Interminables. Y ahí estaba, elegante como siempre y firmando, principalmente, su último libro: "Los papeles de agua".

Ya me tocaba el turno. Y ya le entregaban el ejemplar que iba a ser para mí. Y, en ese momento, empecé a sentir mi corazón... Latiendo con fuerza. Me encontraba frente a Antonio Gala, y él estaba a punto de dedicarme su libro, su última creación.

Como si fuera parte de una ceremonia perfectamente ensayada, él, sin prisa pero sin pausa y elegantemente, siempre elegantemente, abrió el libro, pasó un par de páginas y eligió aquélla en la que iba a escribir la dedicatoria. Y, entonces, levantó la vista y me miró. No dijo nada. Y yo sólo dije: "... Beatriz". Él asintió y se dispuso a escribir. Y yo, disfrutando enormemente del momento. Y me entregó el libro. Yo le dije, con una sonrisa: "... Un placer". Él me devolvió la sonrisa. Me aparté para dejar paso al siguiente y, por supuesto, me leí la dedicatoria.
...

Entonces me dirigí a otra caseta cercana a la de Antonio Gala. Y en esa caseta estaba la segunda sorpresa, por inesperada, para mí. En el estante superior se exponía el libro que yo misma escribí hace ya once años. ¿Que cómo se llama mi libro? Un momento, que hago memoria... "Diccionario de las estrellas cinematográficas españolas de los años 90". Buscadlo. Y leedlo. Muy recomendable... por mí misma.

Total, que ese día estaba compartiendo la Feria del Libro con todas esas casetas... Y con Gala. ¿Qué más se puede pedir?

Este post, como es natural, se lo voy a dedicar a Antonio Gala. A quien, desde ese Sábado, conmigo va...

jueves, 11 de junio de 2009

Festividad del Corpus Christi

Hoy celebramos la Festividad del Corpus Christi. Fiesta de la Iglesia Católica que conmemora la institución de la Santa Eucaristía. En muchos lugares de España es fiesta de especial relevancia y un día festivo oficial en varios países de todo el mundo. Las celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión en la que el propio Cuerpo de Cristo se exhibe en una custodia. Las procesiones con el Santísimo como un aspecto de la celebración se hicieron bastante comunes a partir del siglo XIV.

La Solemnidad del Corpus Christi se remonta al siglo XIII. Y dos son los eventos extraordinarios que contribuyeron a la institución de esta fiesta: las visiones de Santa Juliana de Mont Cornillón y el milagro eucarístico de Bolsena/Orvieto.


En Lieja, Bélgica, una religiosa cisterciense llamada Juliana de Cornillón tuvo una visión, que ella interpretó como la necesidad de instituir una celebración a la presencia de Jesús en la Eucaristía. Juliana de Lieja presentó petición a las autoridades eclesiásticas. Así se celebró el primer Corpus Christi para la Iglesia Católica Universal fijándolo el Jueves después del Domingo de la Santísima Trinidad.

En el año 1264, el Padre Pedro de Praga dudaba sobre el misterio del Cuerpo y la Sangre de Cristo en la Eucaristía. Acudió en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte. De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera milagrosa ya que, cuando celebraba la Santa Misa en Bolsena, la Sagrada Hostia sangró llenando el corporal de la preciosa sangre. La noticia llegó al Papa Urbano IV, que se encontraba en Orvieto, ciudad cercana a Bolsena. Hizo traer el corporal y, al constatar los hechos, instituyó la Solemnidad del Corpus Christi. El mismo Papa Urbano IV encargó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para esta fiesta y la creación de cantos e himnos para celebrar a Cristo.

La fiesta del Corpus Christi es la más importante, y una de las más antiguas, de la ciudad de Toledo. En el siglo XV aparecen ya datos acerca de su celebración. Se trata de una procesión religiosa, cargada de solemnidad, que se celebra el día del Corpus Christi y es presidida por el Cardenal primado de España. Las históricas calles de la localidad, engalanadas especialmente para la ocasión, acogen este brillante desfile, en el que sobresale la Custodia, una valiosa obra de orfebrería de 1515 realizada en oro y plata, que pesa alrededor de 160 kilos; y el singular cortejo que la acompaña, compuesto por las distintas hermandades y cofadrías.


En Toledo, cinco semanas antes, comienza a adornarse con toldos, guirnaldas y faroles el recorrido de la comitiva religiosa. El día anterior al Corpus Christi, paredes, ventanas y balcones se decoran con antiguos estandartes y tapices del siglo XVI y XVII; mientras que el suelo se cubre con hierbas aromáticas que contribuirán a perfumar el ambiente festivo de la jornada siguiente. El desfile empieza a las doce de la mañana, las campanas de Toledo comienzan a repicar y lo primero que aparece es un conjunto de gigantes que representa a los distintos continentes. A continuación, sale de la catedral la procesión, con la custodia y el cortejo de hermandades ordenadas según su antigüedad.

En este día, también se pueden admirar en Toledo los hermosos patios interiores que hay en los palacios y las casas señoriales de la ciudad, ya que estos edificios abren sus puertas al público el día del Corpus. La fiesta se complementa, además, con un programa de actos que dura una semana y que incluye conciertos, espectáculos y competiciones deportivas.


Yo, personalmente, relaciono el Jueves del Corpus Christi con la ciudad de Burgos. Porque en ese mismo día, hace ya unos pocos años, y en la preciosa colegiata del pueblo de Covarrubias, recibí mi primera Comunión. Grato recuerdo conservo de ese día.

"Tres Jueves hay en el año que relucen más que el sol:
Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión.
Y en el segundo de ellos, hice yo la Comunión".