Me acabo de comprar un libro. Vosotros diréis “Pues vaya, eso lo hace mucha gente”. Pero a lo mejor los demás no se acaban de comprar “este” libro:
Ahora vosotros diréis: “¡Pero si parecen las hermanas Gilda!”. Y son las hermanas Gilda. O eran, porque ni siquiera yo las conocí así.
Éstas eran mis hermanas Gilda:
Éstas también eran las Gilda de mis tebeos:
Eso no quiere decir que no haya alguien que las recuerde de esta manera:
Y es que nuestras queridas hermanas Gilda acaban de cumplir 60 años. Lo que no sé es si cada una de ellas o entre las dos, con lo cual tendrían 30 años cada una. Bueno, que se repartan los años como ellas quieran. Que para eso son las homenajeadas.
El 6 de Mayo del presente año, Ediciones B publicó, con una tirada inicial de 5.000 ejemplares, y en su colección de Super Humor, el libro que yo me acabo de comprar. Es una excelente selección de las historietas de estas genuinas hermanas. Y un recorrido por sus viñetas que permite al lector recordar o descubrir el humor costumbrista y surrealista, en la época española de la posguerra, en la piel de Leo y Herme.
"Las historietas de las Gilda reflejan la sociedad de la época, vista de manera irónica, y poner en valor la categoría de dibujo y narración de Vázquez. Las hermanas Gilda y la Familia Cebolleta son las dos historias que mejor reflejan, aunque con un sentido del humor exagerado, la realidad española de posguerra"
(Antonio Guiral, especialista en cómic y autor del prólogo del volumen)
Este volumen de las hermanas Gilda contiene páginas en blanco y negro, bitono y color. Las más abundantes son las de la segunda etapa de los personajes, allá por 1967, en la que las hermanas ya adquieren el aspecto visual con que las recordamos la mayoría. Y en este volumen se recopilan desde los años 40 a los 70, de tal manera que podemos ser testigos de la evolución de estos personajes.
“Volver a publicar la serie de las hermanas Gilda era una asignatura pendiente que debíamos a nuestro padre. En Internet siguen apareciendo ventas de ejemplares, aunque pocos y en muy mal estado. Las hermanas Gilda admiten varias lecturas.
Los niños se ríen con sus ocurrencias exageradas y los adultos pueden leer entre líneas cómo era la sociedad española de entonces, qué dicen los personajes o por qué se llamaban así”
Los niños se ríen con sus ocurrencias exageradas y los adultos pueden leer entre líneas cómo era la sociedad española de entonces, qué dicen los personajes o por qué se llamaban así”
(Victoria y Manolo Vázquez, hijos del humorista y dibujante)
Las hermanas Gilda surgieron dentro de la corriente de personajes cómicos que, a su manera, testimoniaban la actualidad social española llevada a las esferas del absurdo.
Aparecieron por primera vez en 1949 y, más concretamente, en el número 96 de la revista Pulgarcito. Exactamente éste:
Y, posteriormente, en otras publicaciones de Bruguera, como Gran Pulgarcito o el DDT. Las historietas de las hermanas Gilda nos contaban las peripecias de dos hermanas solteras. Una, Leovigilda, era larguirucha, delgada, dominante y casi siempre de mal humor. La otra, Hermenegilda, era bajita, regordeta e ingenua. Y perseguía incansablemente un marido. La convivencia entre ellas, que sólo tenían en común el ser poco agraciadas, era una continua fuente de conflictos.
“Compartieron con Zipi y Zape y Doña Tula de Escobar, el tanque con que el pesimismo de posguerra amenazaba los cimientos mismos de la más alta institución básica: la familia… Vázquez manejó a sus dos personajes creando un sinfín de situaciones caóticas”
(Terenci Moix)
Con las hermanas Gilda se percibe una precisa realidad social, con sus frustraciones, iras e ilusiones, al tiempo que disfrutamos del maravilloso mundo gráfico de Vázquez.
Manuel Vázquez, para mí un genio, creó a esta pareja de hermanas cuando contaba 19 años de edad. Nacido en 1930, es uno de los autores básicos de la historieta española. Creador de innumerables personajes, entre otros, Heliodoro Hipotenuso, Ángel Síseñor, Angelito (Gugú), La abuelita Paz, La Familia Churumbel, Anacleto, agente secreto o la genial Familia Cebolleta, estuvo ligado principalmente a la editorial Bruguera, junto con Cifré, Escobar e Ibáñez, y entretuvieron y entretienen a varias generaciones desde mediados del siglo pasado. Tristemente, Vázquez nos dejaba en 1995. Después de leer esta enumeración de algunos de sus múltiples personajes, es evidente que no nos va a dejar nunca.
De las hermanas Gilda se han llegado a sacar figuras de yeso, peluches, delantales e incluso un teatrillo de papel. Y un sello de correos. Sí, sí, aquí lo podéis comprobar:
Las historietas de las hermanas Gilda han tenido anteriormente su publicación en distintos recopilatorios de la editorial Bruguera, como el número 9 de la Colección Olé titulado “Las hermanas Gilda y sus locuelas peripecias” o la selección publicada en el año 1985 en la colección Genios de la Historieta nº1. Miradlos:
“Soy más humorista que dibujante. Si de verdad eres humorista, en todas las cosas de la vida cotidiana ves, sin forzarte, una situación de humor. Aunque a veces vaya en contra mía, no lo puedo evitar. Para dibujar en humor no valen técnicas especiales. Además, cuanta menos técnica, más suelta queda, más espontáneo y más gracioso. Tampoco me gusta hacer primero el guión y luego dibujarlo. Lo importante es partir de una simple idea y arrancar; luego, el final, lo resuelves chiste del último cuadro”
(Manuel Vázquez, 1981)
3 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo con Antonio Guiral; y no solamente Vazquez relataba la realidad de la época en nota de humor, todos los que citas después estaban en la misma onda y solamente Ibañez con Mortadelo y Filemón, fué el que se desmarcó de forma clara hacia el subrrealismo, pero el resto, como digo, incluso el propio Ibañez con otros personajes, reflejaban metafóricamente, bien con situaciones, personajes, ó diálogos la realidad de la España de aquellos tiempos.
Yo sigo a mi ritmo de comentar las cosas varios meses después. Yo era fan de las Hermanas Gilda. En esa época dorada que todos los niños hemos vivido con los tebeos (que en mi caso fueron los primeros 70), yo leía Pulgarcito, Din-Dan, TBO, Zipi y Zape (que como pesonajes eran divertidos, pero como tebeo era aburridísimo), Mortadelo, e incluso Lily. Ya por aquel entonces yo era memo, así que me saltaba las historietas “serias” (precisamente las que se leían los niños de mi clase, las de vaqueros y aventuras y tal) y me quedaba con las de risa. Y entre ellas, las de Vázquez eran mis favoritas (junto a las de Peñarroya: Pitagorín, Don Pío, Gordito Relleno...). Y Las Hermanas Gilda creo que eran mis personajes preferidos, con permiso de Mortadelo y Filemón.
Eso sí, cometes un grave error en llamarlas “Leo” y “Herme”. Yo las conocía bastante, pues compraban pescado en el mismo mercado que mi tía Sagrario, y como se apellidaban Gilda, a ellas les gustaba que se las abreviara como “Leovi” y “Hermene”. Que lo sepas. Y ahora que has retenido el dato, ya puedes olvidar tamaña gilipollez.
Por cierto, lo que voy a decir ahora no es posible, por época, país y cultura, pero retomando un post que publicaste en tu otro blog “La gran pantalla”, ¿no encuentras sorprendentes similitudes entre Leovigilda y Dorothy Zvornak, y entre Hermenegilda y Rose Nylund? Tan lejos y tan cerca, ¿no?
Josemagildo, tengo que decirte que para incorporarte varios meses después, planteas unas cosas...
Te puedo asegurar que jamás se me ha ocurrido ver similitudes entre Hermene y Rose, y Leovi y Dorothy. Pero todo es ponerse a analizar...
En lo que sí coincido contigo es en que yo también me saltaba las historietas que tú llamas "serias" y me leía las de risa. Ahora, fíjate, me lo leería todo.
Y me apunto como tú, Demoñín, a englobar al resto de historietistas (qué bonita palabra) en la misma onda que a Vázquez.
Para mí, todos los creadores de los tebeos de entonces eran y serán artistas. Y yo les doy las gracias.
Y a vosotros dos... por asomaros.
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