lunes, 8 de febrero de 2010

Puff, the magic dragon

“Puff, el dragón mágico, vivía en el mar
y jugaba con la neblina en una tierra llamada Honah Lee”


Puff, the magic dragon” es una maravillosa canción estadounidense que fue grabada por Warner Music en 1963 para “Moving”, segundo album del grupo folk Peter, Paul and Mary.


Esta canción fue escrita por Peter Yarrow, uno de los componentes del grupo, a partir de un poema de su compañero de universidad Leonard Lipton, quien a su vez tomó la idea de “Custard the dragon”, un texto del poeta americano Ogden Nash que trataba sobre un pequeño dragón domesticado.


“El pequeño Jackie Paper quería al travieso Puff,
y le llevaba cuerdas y sellos y otras cosas fantásticas”


En 1961 Yarrow se unió a Paul Stookey y Mary Travers, cantando ya este tema en actuaciones en directo antes de grabarlo en 1963.


Juntos podían viajar en un barco de vela.
Jackie lo veía todo subido en la gigante cola de Puff


Y en 1978, la historia del mágico dragón dio el salto a la pequeña pantalla a través de un corto de animación de 30 minutos.

Producido por Yarrow/Muller-My Company, y dirigido por Charles Swenson y Fred Wolf, se nos relataba en él la historia de Jackie, un niño que atrapado por sus temores y dudas es incapaz de comunicarse con nadie.


Un dragón mágico llamado Puff le presta su ayuda a Jackie en un maravilloso viaje a su isla de Honah Lee, corriendo una serie de aventuras que nutren la imaginación y el valor del niño.

“Nobles reyes y princesas les reverenciaban al verles llegar.
Barcos piratas bajaban sus banderas cuando Puff rugía su nombre”


El corto, que recibió una nominación al Emmy a la mejor canción, contaba con el actor Burgess Meredith como la voz del dragón Puff y con el propio Peter Yarrow como la voz del padre de Jackie.

“Un dragón vive para siempre, pero no ocurre así con los niños,
pintadas alas y anillos gigantes fueron cambiados por otros juguetes.
Una noche gris sucedió, Jackie Paper no volvió
y Puff, el poderoso dragón, cesó su temido rugido”


A este corto le siguieron dos secuelas: “Puff and the land of living lies” y “Puff and the incredible Mr. Nobody”.

Su cabeza se curvó por la pena, sus escamas caían como la lluvia,
no le apetecía ir a jugar a través del camino de cerezas.
Sin su amigo de toda la vida, Puff no podía ser valiente.
Así que Puff, el poderoso dragón, se deslizó tristemente en su cueva


En 2007 se publicó un libro con ilustraciones de Eric Puybaret y con una adaptación final más alegre en la que Puff se encontraba con otra compañera de juegos, presumiblemente la hija de Jackie Paper.

Puff, el dragón mágico, vivía en el mar
y jugaba con la neblina en una tierra llamada Honah Lee

7 comentarios:

Angeles dijo...

Como ves, de vez en cuando abro tu blog.Interesante artículo

Noelio dijo...

Me alegro de que te haya gustado,Angeles. Y celebro tenerte como asidua a este blog.
Besos.

Cartelia dijo...

Yo también me alegro de ver por aquí a Angeles: muchos besos para ella.
Y también me alegro de que Puff encuentre otra compañera de aventuras, joé, que el final era muy triste.. Y aunque nos vayamos haciendo adultos, siempre habrá niños, ¿no?

Noelio dijo...

Bonita reflexión la tuya, Cartelia. Claro que sí, aunque nos hagamos adultos siempre habrá niños.
Y además todos los dragones mágicos tienen derecho a tener al menos un compañero de juego.
Esto es así.

Jose Puf dijo...

Ah claro, Cartelia, muy cómodo eso de "siempre habrá niños, ¿no?", claro, pero digo yo que habrá que tenerlos, ¿no? es fácil decir "siempre habrá niños", pero yo por ejemplo no los tengo, entonces claro, siempre habrá niños porque los tienen otros (y sobre todo los aguantan), ¿no? ¿eh? ¿te parece eso bien?
Pues sí, claro que sí. Di que sí. Yo también digo que sí. Que los tengan otros. Y los demás, los que no tenemos, lo que debemos hacer es no perder al niño que llevamos dentro. Ese niño al que le da pena que Puff no pueda rugir más su nombre. Ese niño que aún cree en dragones mágicos.
Besos a todos.

Judith dijo...

Cuando yo era pequeña, nos enseñaron la canción de Puff en catalán, y me daba muchíssima pena, sólo la cantaba cuando estaba triste, y aún me ponía más triste. Y cuando hablo con amigos míos de la infancia, me dicen lo mismo, que les hacía mucha pena, así que prefiero el final en el cual se hace amigo de la hija de Jackie, además, así también puede ver a Jackie, aunque sea mayor i no juegue con él.

Noelio dijo...

Bienvenida a este blog, Judith. Sí, es mucho más esperanzador para el dragón que termine haciéndose amigo de la hija. Y cuando ésta se haga mayor, será amigo de otro niño, y de otro niño... Creo que ése es el mensaje de la canción.
Lo fundamental es no perder ese niño que aún cree en dragones mágicos, como dice Jose Puf. Qué
bonito.
Saludos.