lunes, 1 de marzo de 2010

Recordando a Chopin

En este año celebramos el bicentenario del nacimiento de Frédéric Chopin. Y Polonia, su país natal, conmemora los 200 años de su nacimiento con una semana completa de recitales de su música, un billete en su memoria y un nuevo y moderno museo dedicado al compositor.

El acta de bautismo de Chopin indica el 22 de febrero de 1810, pero el compositor mismo y su familia siempre mencionaron el 1 de marzo como su cumpleaños. Con los expertos divididos sobre si Chopin nació en una o en otra fecha, los organizadores del festival han decidido unir las dos con continuos recitales de su obra.

"Un genio tiene el derecho a nacer durante una semana"
(Waldemar Dabrowski, presidente del Comité de organización
del año de Chopin en Polonia)

Más de 250 músicos y cantantes han interpretado en Varsovia la música de Chopin durante 171 horas, tiempo aproximado que separa las dos posibles fechas de nacimiento del compositor.

"Toda dificultad eludida se convertirá más tarde en un fantasma que perturbará nuestro reposo"

Compositor y pianista polaco, Fryderyk Franciszek Chopin nació en Zelazowa Wola, a 50 km de Varsovia. Hijo de un maestro francés emigrado a Polonia y de una noble polaca, y ante su gran capacidad musical, fue puesto a los seis años en manos del pianista y violinista polaco Wojciech Zywny, escribiendo Chopin su primera composición al piano a los siete años y ofreciendo conciertos ya a los ocho.

En 1826, a los dieciseis años de edad, entró en el Conservatorio de Varsovia bajo la supervisión del pianista Wilhelm Wurfel y el compositor Jozef Elsner. Sus valiosas enseñanzas proporcionaron una sólida base teórica y técnica a su innato talento, emprendiendo desde 1829 su carrera profesional como solista con una serie de conciertos en Viena.

"La simplicidad es el logro final. Después de que uno haya jugado con una cantidad grande de notas, es la simplicidad que emerge como una recompensa del arte"

En 1830 se estableció, como compositor e intérprete de piano, en París, donde se convirtió en unas de las figuras más admiradas de la élite intelectual de la capital francesa. En ella hizo amistad con algunos de los mejores compositores de su tiempo, como Liszt, Berlioz, Mendelssohn o Rossini. Y en 1836 conoció a la que había de ser uno de los grandes amores de su vida, la novelista George Sand, con la que mantuvo una compleja relación que acabó en ruptura en 1847. Para entonces, Frédéric ya sufría de asma y tuberculosis.

En Febrero de 1848, Chopin dio sus últimos conciertos en París. En Noviembre de ese mismo año se dirigió a Inglaterra y Escocia, dando sus últimos conciertos en Londres y regresando a París gravemente enfermo.

Poco antes de morir, sintiendo que su final estaba cerca, pidió que el Requiem de Mozart sonara en su funeral y que su corazón fuera llevado en una urna a Varsovia.

Y así se hizo a su muerte, a los 39 años de edad, el 17 de octubre de 1849.

"La felicidad es efímera; la certidumbre, engañosa. Sólo vacilar es duradero"

Las composiciones de Chopin están centradas casi en su totalidad en el piano. Dos conciertos y alguna otra obra más para piano y orquesta, tres sonatas, veintisiete estudios, cuatro scherzos, cuatro baladas, veinticuatro preludios, tres impromptus, diecinueve nocturnos, un gran número de valses, polonesas y mazurcas, una barcarola, una berceuse y una fantasía forman parte de su catálogo.

En la mayor parte del mismo destaca su carácter introvertido y de exquisita sensibilidad. Son obras éstas tan brillantes –si no más– como las de sus predecesores John Field y Carl Maria von Weber, pero que no buscan tanto la brillantez en sí misma como la expresión de un ideal secreto; música de salón que sobrepasa los criterios estéticos de un momento histórico determinado. Sus poéticos nocturnos constituyen una excelente prueba de ello: de exquisito refinamiento expresivo, tienen una calidad lírica difícilmente explicable con palabras.


Si el piano es el instrumento romántico por excelencia se debe en gran parte a la aportación de Frédéric Chopin. En el extremo opuesto del pianismo orquestal de su contemporáneo Liszt –representante de la faceta más extrovertida y apasionada, casi exhibicionista, del Romanticismo–, el compositor polaco exploró un estilo intrínsecamente poético, de un lirismo tan refinado como sutil, que aún no ha sido igualado.

Pocos son los músicos que, a través de la exploración de los recursos tímbricos y dinámicos del piano, han hecho "cantar" al instrumento con la maestría con que él lo hizo. Y es que el canto constituía precisamente la base, la esencia, de su estilo como intérprete y como compositor.

"Era un cuadro inolvidable verle sentado al piano como un clarividente, perdido en sus sueños; ver cómo su visión se comunicaba a través de su ejecución y cómo, al final de cada pieza, él tenía la costumbre de pasar un dedo a lo largo del teclado en reposo, como forzándose en arrancarse a sí mismo de un sueño"
(Robert Schumann)

12 comentarios:

Alicia dijo...

Bonito homenaje, y vaya niña prodigio que nos has presentado...
Yo siempre me acuerdo de una peli que ví con unos 12 años sobre la vida de Chopin. Y como fue un hombre atormentado (por la enfermedad, la muerte de su hermana, los males de amores...) y la música era tan melancólica, pues me acuerdo de que me dejó tristísima. Había un fragmento de una "polones": TAN, TA-TAN, tararararara, TAN, TA-TAN....
¿te acuerdas?. Más bonita..
Empezamos bien el mes, con música de la mejor.
Besos y grasias

DEMOÑÍN dijo...

Que manera más buena de ponerse de acuerdo y así disfrutar todos de tanta música magistral durante una semana.
Esto en este país no hubiera ocurrido, porque unos hubieran hecho una cosa, otros habrian empezado haciendo un proyecto de ley, otros lo paralizarian por no cobrar derechos,y así nos presenta mos en Octubre y al final se hubiese celebrado con un concierto de anabelén y ramoncín allá para Diciembre y vender el disco en Navidad.
Pero a lo que vamos, a Chopin se le olvidó titular uno de sus nocturnos como "Balada para una china de nueve years y sin partitura"; yo que nunca pasé de primero de chifla,¡madre mia qué tia!

Saludos a todos los Ñrs, que tocan la chifla.

Fenoky dijo...

Gracias Demoñín, soy uno de esos que tocan la chifla, pero no te desanimes que conozco a uno que de pequeño aporreaba el plato con el tenedor para que le dieran de comer y terminó de bateria, por aquello de la costumbre de aporrear algo para poder comer, y si no te lo crees, te presento a un amigo que te lo demuestra. Grandiosa la chinilla, porque de Chopin ya hay mucho dicho.
¡Qué grande y tan pequeña!

Noelio dijo...

Celebro que hayáis disfrutado con la pequeña pianista. Para eso la he puesto, estas cosas hay que compartirlas...
Y me alegro de que empecemos bien el mes, Alicia, aunque no recuerdo yo esa película de "polones". Y no me importaría verla, no. Besos.
Buen análisis de lo que hubiera pasado en España, Demoñín, de hacerse aquí el homenaje a Chopin. Pero, ¿por qué te crees que el compositor nació allí? Pues porque en Polonia no estaba Ramoncín, claro.
Saludos a todos los Ñrs que tocan la chifla y bienvenido a Fenoky.

Angeles dijo...

Muy bonito el recuerdo a Chopin.Yo también vi una peli preciosa. Creo que se llamaba "Un invierno en Mallorca" y George Sand estaba interpretada por Merle Oberon y Chopin por un actor conocido que no recuerdo. Muy acertado el comentario de Demoñin

Noelio dijo...

Pues sí, Ángeles, recordar a Chopin siempre es bonito.
Y gracias por facilitarme más datos de la película, que yo no recuerdo haber visto. Tomo nota y a ver si me hago con ella.
Ah, he estado indagando y el actor que hacía de Chopin era Cornel Wilde.
Besos.

Angeles dijo...

Tengo una gran empanada mental.Después de escribirte recordé que la peli se llamaba, creo,"Canción inolvidable" y lo de "Un invierno en Mallorca" es una novela de Cela.Como Chopin pasó efectivamente un tiempo en Valldemosa y eso sale en la película,de ahí viene la confusión.
Estaba avergonzada de mi lío, pero no tuve tiempo para rectificar.
Si creo que el actor era Cornel wilde

Noelio dijo...

No, Angeles, estás en lo cierto. A la peli se la conoce por esos dos títulos, "Un invierno en Mallorca" y "Canción inolvidable".
Y "Un invierno en Mallorca" es también una novela de George Sand.
Con lo que te cambio tu gran empanada mental por una gran empanada gallega. Que te la has ganado.
Besos.

Alicia dijo...

¡¡¡SIIII!!!Me suena muchísimo que ese fuera el título..Aunque luego he dudado con lo de Cela pero me he reafirmado con lo de George Sand.
Enhorabuena por tu memorión, Angeles, y ya me gustaría que mis empanadas mentales fueran así de lúcidas. Y no es de recibo que a una misma película se la conozca por dos títulos, eso lía a cualquiera..
Besos para todos

Angeles dijo...

Aquí estamos comunicándonos de una forma muy divertida, porque ahora ya también entra Alicia y así ahora os digo que si Cela entró en mi empanada es porque además de ser gallego escribió "Papeles de Son Armadans" (si mal no recuerdo)y yo viví precisamente en Son Armadans en el año 1952 con mi hermana Pilín y su primer marido Augusto y sé que Cela vivió varios años en Mallorca.Gracias por vuestra ayuda

Noelio dijo...

Claro que está bien esta forma de comunicarnos, Ángeles. Y es hasta constructiva.
Porque en cada entrada yo empiezo como la maestra oficial, pero acabamos todos siendo alumnos y maestros.
Gracias a ti también. Besos.

Alicia dijo...

Huy, Angeles, si yo soy asidua desde el primer post, pero me ponía nombres muy tontos (Cartelia, Cuenquina, Yonquiesmigato...). Pero he madurado de repente y asumo mi nombre como el mejor.
Estamos al habla. Corto y cambio.