martes, 13 de abril de 2010

DIXIE

Noelio y su humilde arca, en la que cabe todo, todo cabe, celebraban ayer su primer año. Y hoy lo festejamos aquí con una canción popular americana y su significativa historia.

Desearía estar en la tierra del algodón,
los viejos tiempos no se han olvidado.
Mirar hacia la tierra de Dixie,
Dixieland, donde nací en una helada mañana

Originalmente, Dixie era el título de una canción escrita por Dan. D. Emmett en 1859.


Canción que, durante la Guerra Civil americana, llegó a ser una marcha muy popular, casi un himno para las tropas confederadas.

Desearía estar en Dixie,
en la tierra de Dixie me estableceré para vivir y morir en Dixie.
Lejos, hacia el sur, en Dixie


En 1863, Abraham Lincoln firmaba la abolición de la esclavitud. En la práctica tardaría en notarse, pero permitió que en las ciudades grandes los negros tuvieran un poco más de libertad. Libertad que exteriorizaban a través de nuevos instrumentos: cornetas, que luego pasarán a ser trompetas, clarinete, trombón y tuba, banjo, tambor y bombo con un platillo.

A través de estos instrumentos, y con el sustrato musical anterior (Blues y Gospel), aparecieron las primeras composiciones de Jazz. Esto ocurrió en Nueva Orleans, en la desembocadura del río Mississippi, en la llamada Dixieland, la tierra de Dixie.


Dixie es una región histórica del sur de los Estados Unidos. Allí nació, a principios del siglo XX, una de las múltiples ramas del Jazz que se conocería con ese mismo nombre. Las primeras bandas de dixie, nacidas en Chicago, estaban conformadas por músicos blancos que trataban de imitar el sonido negro, etnia demasiado reprimida socialmente como para poder salir públicamente a la luz.

En 1916 se creó la Original Dixieland Jazz Band, primera banda de jazz integrada exclusivamente por blancos que dio origen al Jazz como estilo musical.


Hacia 1917, la Original Dixieland Jazz Band grabó lo que está considerado como el primer disco de Jazz.

El nuevo estilo empezó a tomar cuerpo alrededor de un par de músicos fanáticos de los sonidos de Nueva Orleans y de la trompeta de Bix Beiderbecke: Eddie Condon y Bud Freeman.


Louis Armstrong fue uno de los artistas que más difundió este estilo de música con temas tradicionales como "When the saints go marching in", auténtico himno Dixieland.

El Dixie avanzó hacia el norte hasta llegar a su auge en Nueva York en la década de los años 40.

*****

Dixie Lee, cantante, bailarina y actriz, se hacía muy popular en la década de los años 30.


A los 19 años contrajo matrimonio con Bing Crosby, dándole cuatro hijos y lanzando con él dos canciones hoy míticas: "The Way You Look Tonight" y "A Fine Romance".

Y en la década de los 60 aparecía Dixie Lee Fried Chicken, restaurante de comida rápida especializado en pollo frito.


Fundada en Belleville, Ontario (Canadá), esta franquicia opera hoy en más de 77 restaurantes en Canadá y Estados Unidos, con ventas que superan los 55 millones de dólares.

*****

Si ayer festejábamos con júbilo el aniversario de Noelio, hoy celebramos con alegría el cumple año de nuestra pequeña amiga Dixie Lee.


Pues eso, Dixie, que muchas felicidades y que pases un buen día.


Y que cumplas muchos más. Desde aquí te enviamos un enorme achuchón. Y también desde aquí un beso de gormiti para Cody, otro de pitufo para Bri y un tercero, claro está, de “enanito” para Antolín.

See you, dear family!

7 comentarios:

Angeles dijo...

¡Felicidades por tu cumpleaños Noelio!.
Muy interesante lo de Dixie.Recuerdo con gusto mi paseo por la Rue Bourbon (no sé si se escribe así, pero así me suena)y su follón con el jazz. Esa música me gusta,aunque yo soy de silencios y no acompaño mi soledad más que con mis pensamientos. Que sigas aportándonos cultura muchos años más.

Noelio dijo...

Gracias, Ángeles, por unirte al cumpleaños de Noelio.
Y no dejes de asomarte por aquí, que ya vamos a por el segundo año...
Un beso.

Alicia dijo...

¡¡FILIZ, FILIZ CUMPLEAÑOS, NOELIO!!
También me ha parecido muy interesante esto del Dixie, aunque me pasmo ante tanta cosa que ignoro y que no entiendo de ande te sacas..
A mí N.Orleans ha sido de las ciudades que más me ha impactado y volvería a visitarla(si pudiera o pudiese) mañana mismo. Y fue su música lo que más me enganchó, además del talante amable y pausado de los nuevaorleaninos.
Muchos besos para Angeles y también para tí y que cumplas muchos más (¿cómo se traduce un año en los osos? ¿como 7 nuestros?¿como 10?...)

DEMOÑÍN dijo...

¿Es casual?..., cuando menos curioso saber que el primer disco de Jazz lo grabó la ORIGINAL DIXIELAND BAND allá por 1917.

Felicidades Noelio por tu efemérides y por tus temas tan curiosos que nos propones a debate.

Comentar que el JAZZ, nace como muchos de los estilos musicales norteamericanos entre los que tambien se encuentra el COUNTRY, de la música CAJÚN, creada en Nueva Orleans entre blancos colonizadores y negros descendientes de esclavoafricanos.

Otra cosa curiosa, nunca he oido hablar de los osos bisiestos, que cumplen años cada 7 o cada los que sean.
Los años, son una medida inventada por el hombre para organizar lo inorganizable, en este caso la longevidad, la cual no tiene medida, pues todo ser vivo, vive integramente toda su vida idependientemente de su especie o condición; y Noelillo como buen roedor que es no cabe duda, vivirá toda la suya.
Saludos a todos los "musicofilosofos"

Noelio dijo...

Pues muchísimas gracias os otorga el pequeño roedor Noelio. Y por muchos años.
Porque, como bien dice Demoñín, Noelillo es una "especie" de marmotillo. Por lo que, Alicia, tu pregunta sobre los años de los osos se la tendrás que hacer a Baloo. O a "El oso" de la película. O al de "Grizzly Adams"... ¿O es que no le has visto los dientecillos que le sobresalen?
Dixiesaludos a repartir.

Unknown dijo...

La verdad es que el marmotillo este
es un fenomeno aunque tenga barba.
Los articulos que haceis os lo currais mucho cuando tenga alguna
duda ya os llamare.
UN SALUDO
JUAN CARLOS

Noelio dijo...

¡Eh! ¡Qué agradable sorpresa leerte por aquí! ¡Y en el artículo de Abbey Road también, que Noelio ya lo sospechaba!
Gracias, Juan Carlos, por unirte a nuestras historias.
Y tú llámanos cuando quieras, incluso para quedar...
Besos.